El primer libro que publicaré será:

miércoles, julio 23, 2014

LA MISA HA TERMINADO DE GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL


Luis Fernando Gil Monsalve[1]
Historiador
Cronista de de los periódicos EPICENTRO y LA CALLE, 
las revistas EGOCITY MAGAZINE y CONEXIÓN.
Consejero de Cultura, Medellín-Colombia
lufergil1987@gmail.com


“Un libro debe hurgar en las heridas, provocarlas incluso. Un libro debe ser un peligro” Emil Ciorán



El último libro del polémico escritor vallecaucano Gustavo Álvarez Gardeazábal, La misa ha terminado (Ite missa est), está en el ojo del huracán desde su lanzamiento oficial hace poco más de tres meses, y es que desde aquel primero de febrero pasado no ha dejado una semana sin provocar escándalo y controversia. Para muestra, su provocadora e irreverente novela puntea el ápice de los libros más vendidos en el país, por más de 8 semanas consecutivas.

Aún sin leer el libro, ya se rumoraba para finales de enero, que una hecatombe de proporciones bíblicas se venía contra la Iglesia Católica; que centuria tras centuria de sodomía finalmente iba a destaparse, y que finalmente este prolífico autor se las iba a cobrar completas a la Iglesia, como lo hizo Fernando Vallejo con su  obra La puta de Babilonia. Pues bien, por las redes sociales seguí el lanzamiento de La misa desde Cartagena, ya que a pesar de ser promocionado en pleno Hay Festival, éste nunca ha invitado al autor de Cóndores no entierran todos los días; contrastando con el protocolo del evento paralelo, el escritor llegó al restaurante El portón de San Sebastián (santo patrono de los homosexuales) vestido con una colorida papayera, mientras al son de la música, hombres en zancos, malabaristas y piromaníacos que escupían llamas desfilaban ante cientos de curiosos e invitados. Muchos de los cuales recibieron uno de los más de 500 ejemplares que el novelista destinó para regalar esa noche. ¡Qué hubiera dado por estar ahí! No obstante, le escribí al autor felicitándolo por su proeza y sin conocerme, me envió a vuelta de correo un ejemplar autografiado.




Este tulueño pintó una historia de poder, amor y muerte en los escenarios más sagrados de occidente, dentro de la jerarquía eclesiástica, rompiendo tabúes y paradigmas que la Iglesia ha conservado contra todo pronóstico como misterios teologales.


Muchos colombianos estarán identificados con el lenguaje directo y sin tapujos que utiliza Gardeazábal. Llamando las cosas por su nombre, entreteje varias historias, -viajando y regresando en el tiempo a su antojo-, para presentar la vida de dos curas homosexuales que contratan un sicario, ante su incapacidad de continuar una vida con Sida, hecho histórico que escandalizó al país en 2012, de donde seguramente tomó este literato este par de personajes; la historia del Cardenal colombiano Casimiro Rangel que asciende escalones dentro de la Iglesia haciéndole sexo oral al clero alemán, y la de su compañero y apoyo y médico personal; finalmente, unida a la historia del obispo de Argentina, Antonio Viazza (¿el Papa Bergoglio?) que al contrario de Casimiro persigue dentro de su jurisdicción a todos los sacerdotes aflautados.


Hace un par de meses le pregunté a un amigo seminarista sí era cierto que el 50% de los curas eran homosexuales, éste sorprendido me relacionó: ¡Hum! Luisfer, por ahí pasó la cuenta… yo diría que el 80%...

Finalmente, para no dañarles el final de la historia, les invito a leer el libro, para que se enteren cómo en un universo paralelo un Cardenal colombiano logró traer al Señor de los Milagros de Buga al Papa Benedicto XVI y cómo se perfiló para ser el primer Papa colombiano, y su trágico final. Sólo les cuento que desde que leía Harry Potter y El Señor de los anillos a mis catorce años no me leía una obra tan asiduamente, la que terminé en un par de días.


Esta obra publicada cuidadosamente por Ediciones UNAULA la dedicó el literato así: “A la memoria de Fernando Molano, el gran escritor que iba a tener este país”, autor reconocido por escribir Un beso de Dick  y de forma póstuma Vista desde una acera, dos textos homoeróticos de la realidad colombiana.

Para el autor es destacable el hecho de que algunas universidades están usando su obra para investigaciones, como la Luis Amigó y aparte de los muchos reportajes en toda suerte de periódicos y publicaciones su misa ha sido embrión para otros libros como La misa de Gardeazábal ¿genialidad o blasfemia?, por Joan Manuel Largo, historiador que hizo el comentario de contraportada: “Desde los días de la hegemonía del culto católico, el libro nos trae hasta hoy,, donde el impulso vital de muchos siervos de dios no es la vocación sino el goce del cuerpo. Quienes puedan leer el libro (aquellos que lleguen a la última página sin el deseo de armar una hoguera y arrojarlo allí) no podrán negar su rigor. La novela es un retrato exacto y atrevido, mordaz y sincero: sólo la muerte purifica el pecado.”









[1] Ganador del Concurso Leamos la Ciencia para Todos, 2004-2006, del Fondo de Cultura Económica, Categoría Reseña Crítica.

domingo, julio 20, 2014

La ladrona de libros

 “Un libro debe hurgar en las heridas, provocarlas incluso; un libro debe ser un peligro” Emil Ciorán




Tanto el libro como la película “La ladrona de libros” inicia y termina con una narradora muy peculiar, una voz que en ocasiones simula omnipresencia y potestad absoluta sobre la vida y la muerte; tuve que verla dos veces, prestándole más atención, para enterarme que no era Dios sino que era el Ángel de la Muerte quien se encariñó con la vida de algunos de sus sometidos.
Esta obra maestra de la sensibilidad humana inicia la película con una vos que habla desde la oscuridad, mientras se va aclarando el cielo lleno de nubes hermosas nos habla casi al oído, con una confianza como sí nos conociera, diciéndonos: “Usted va a morir… es una realidad, por más que intente evadirlo… así que mi consejo –para cuando llegue el momento- es: No se alarme”. Esta misma voz cierra la película.

CONTEXTO

El contexto histórico de la trama dura aproximadamente 8 años.  Desde febrero de 1938, día en que Liesel, la protagonista abandona el tren en el que llega con su madre, con su hermano muerto a su nueva familia y el fin de la segunda guerra mundial, en 1945 cuando Alemania es invadida por Estados Unidos.

Aunque la guerra no es el centro de la historia, es imposible aislar la cinta de los sucesos durante la segunda guerra mundial. Una Alemania fortalecida con un nazismo desbordante y creciente. Un pueblo fuerte que está a punto de invadir a Rusia, según la escena en la que Max, un judío que protege su nueva familia, puede leer el periódico y se entera de las noticias.

El director de la cinta, junto con su equipo de montaje, arte y fotografía, elabora su ópera prima con mucho cuidado, teniendo en cuenta  los detalles históricos como La Noche de los vidrios rotos, en Noviembre de 1938, donde más de 1000 sinagogas fueron quemadas, más de 7000 negocios de los judíos saqueados y se calculan unos 30.000 judíos arrestados solo por el delito de ser judíos; y creando una escena de contrastes apabullantes que inicia con un coro bello y organizado, que canta un himno en honor a Hitler y al nazismo, mientras que los vidrios de las calles alrededor se vuelven añicos y las dos escenas se mezclan con gran elocuencia.

ARGUMENTO

Según las críticas el guion para este película se trabajó muy de cerca con el escritor del libro, para que fuera exacto y ajustado a lo que pretendía el escritor australiano Markus Zusak, quién lo publicó en 2005 y en 2009 estaba por más de 105 semanas en la lista best seller del New York Times.

Esta jovencita descubre el amor a los libros desde que su padre le enseña a leer. El argumento cinematográfico le da mucha importancia a ciertos diálogos que son fuertes y abrumadores, puestos en el momento correcto, con el objetivo de ponernos a pensar. Inicialmente, la esposa del alcalde donde vive le presta su biblioteca personal y ella descubre todo un mundo de palabras, significados y pasiones en sus libros, cuando se le niega el acceso a esa biblioteca, se le ocurre tomarlos prestados y se convierte en una cleptómana intelectual y sabia.

En abril de 1939, en el cumpleaños de Hitler, fiesta nacional alemana, se hace una pila de varios metros de libros, la cual es incinerada mientras se canta, se gritan vivas a la Nación, a su Führer y al final de la hoguera de libros, Liesel recupera un ejemplar de El hombre invisible de H. G. Wells, escritor inglés, que se vuelve su tesoro, junto con lo único que le quedó de su hermano que era un libro llamado Manual del Sepulturero.



EL GUIÓN

Los diálogos son de una riqueza exquisita, ya dije que son usados en los momentos exactos durante el hilo conductor de la trama, y se convierten en un arma poderosa:

“Una persona sólo es tan buena como su palabra”.

“Fue mi culpa que Max esté enfermo, porque yo fui la que tuve la idea de entrar nieve a su sótano… ¿por qué lo hicimos? Su padre le responde: Porque teníamos que hacerlo”.

Morimos de hambre y tú robando libros” Le dice Rudy Steiner, su níveo amor y mejor amigo, añadiendo: “¿Se te ocurrió mirar en la cocina?

“La memoria es el escribano del alma” Aristóteles.

“¿Qué fue lo que hizo? Le recordó a las personas sobre su humanidad”.

“¡No me has perdido Liesel! Le dice Max, el judío que protegían en el sótano, enfatizando: “Siempre podrás encontrarme en tus palabras… Ahí es donde viviré”.



ARTE Y FOTOGRAFÍA

Esta película es capaz de sacarle lágrimas a cualquier ser humano, que se deje tocar su corazón. Más allá de la historia o del hecho de entretener, la fotografía y el arte se conjuga con la música para tocar las fibras del alma y sentir el dolor ajeno como si fuera propio.


Cualquier persona puede identificarse fácilmente con sus personajes. Los encuadres y emplazamientos son correctos, a mi forma de ver, sin ser crítico profesional de cine, la iluminación y los paisajes son de gran belleza y el ambiente es muy artístico.