Una simple
historia… Una prolongación indefinida de sucesos entrelazados que comienza en
mi presente y que quizá haga parte también de tu tiempo en algún lugar.
Palabras inocuas que trascienden el simbolismo de las manchas de tinta y que
forman en nuestros cerebros cargas de sodio y de potasio, excitan la materia
que nos compone y como una oleada de atardeceres, remolinos ensortijados con
colores brillantes y una cascada de arcoiris nos recorre enteramente.